Dos almas Gemelas, un mismo corazón
Hay hermanos que comparten habitación, juguetes y meriendas.
Borja y Carlos comparten algo más, el corazón de un mismo ritmo.
Desde el principio han sido un equipo. Dos formas de ser que se complementan, que se entienden con miradas y que se empujan a crecer juntos.
Carlos es más tranquilo, más observador. Le gusta mirar antes de hablar, pensar antes de decidir. Borja, en cambio, es el primero en lanzarse. El que prueba, el que pregunta, el que abre camino. Y entre los dos, construyen un mundo que solo los hermanos parecen entender.
Les encanta el fútbol. Compartir partidos con su hermano pequeño Beltrán, que los admira como si fueran jugadores de primera división. Y en casa, con Silvia y Ángel, se respira ese tipo de amor que se nota en los gestos cotidianos, uno pasa el balón, el otro marca el gol, y todos lo celebran.
Hoy toman su Primera Comunión. Un día grande para dos niños que, aunque a veces parezcan iguales, tienen cada uno su manera especial de creer, de vivir y de dejar huella.
Cruces con Aroma de Hermanos
Para celebrar este día, Silvia, su mamá, ha elegido un detalle que habla bajito, pero dice mucho, unas cruces de cera de soja hechas a mano y decoradas con paniculata, perfumadas con un aroma tan fresco como su infancia.
Limón y frambuesa.
Un dúo inesperado que funciona muy bien, como ellos.
La chispa del cítrico, la dulzura de la fruta. Frescura con carácter. Una combinación que no grita, pero que se queda contigo. Como la presencia de Borja y Carlos, que no necesitan levantar la voz para hacerse notar.
Un Recuerdo que se Queda
Este regalo no es solo un bonito detalle para tener en casa.
Es una pequeña cápsula de quienes son.
Las cruces no solo decoran, si no que recuerdan.
Recuerdan el paso que han dado hoy.
Recuerdan sus risas, sus partidos, su forma de cuidarse sin palabras.
Y cuando el aroma se haga presente —ese toque de limón con frambuesa que parece una tarde de primavera jugando al balón— será fácil volver aquí.
A este día.
A estos niños.
A este momento que, sin necesidad de ser perfecto, ha sido inolvidable.
Un Símbolo que Acompaña
Este detalle ha sido pensado y hecho para acompañarte más allá del día de hoy.
Para oler bonito, sí. Pero sobre todo, para ser un reflejo de lo que Borja y Carlos significan,
la unión, la alegría, la fe compartida y ese tipo de amor que crece sin pedir permiso.
Porque hay hermanos que son iguales.
Y luego están ellos, diferentes, complementarios, y unidos por algo que va más allá de lo que se ve.
Cuidados del Ambientador:
- Colocación: Colócalo en un armario, cajón o un rincón especial de casa.
- Duración del aroma: Para mantener su fragancia durante más tiempo, evita colocarlo en lugares expuestos directamente al sol o al calor excesivo.
- Reutilización: Una vez que el aroma se haya disipado, puedes conservarlo como elemento decorativo o fundirlo en un quemador de cera y aceites esenciales para disfrutar hasta el último momento de su aroma.