Un Ángel con aroma a Primavera

Dicen que hay bebés que nacen con luz propia.

Emma llegó así.

Con una melena tan sorprendente que ni el quirófano pudo contenerse para decirlo.

Una melena que no se rinde, que no cae, que crece como crece ella, a su ritmo, con su carácter y con esa mezcla mágica de dulzura y temperamento.

Tiene apenas cuatro meses y ya conoce bien el poder de una lágrima.

No es que sea impaciente —bueno, un poco sí—, pero cuando algo no le cuadra, lo hace saber con ese llanto rápido, sonoro, sincero.

Es su manera de hablar.

Aunque ya ha empezado a explorar otras: esos sonidos que suelta como juegos, que sus padres repiten entre risas como si fueran el idioma secreto de su casa.

Emma se mira en el espejo como quien empieza a descubrir el mundo.

Se ríe del agua que la envuelve en sus baños, y parece entender, aunque sea pronto, que en la rutina también hay belleza.

Su piel es de porcelana y sus ojos, claros como una mañana sin prisa.

Y todo en ella —su forma de observar, su sonrisa recién aprendida, esa melena castaña que insiste en quedarse— anuncia una historia que acaba de comenzar pero ya se siente inolvidable.

 

Un Ángel con Aroma de Primavera

Para celebrar su llegada y su bautizo, su papis María y Sergio, han elegido un recuerdo delicado y lleno de intención.

 Un angelito perfumado.

Tiene aroma a primavera, como Emma.

A renacer, a días que se alargan, a flores que se abren con tímida seguridad.

Este pequeño ambientador no es solo algo decorativo, es símbolo de ese aroma suave y fresco que deja Emma cuando pasa por los brazos.

Una mezcla de inocencia, ternura y carácter que lo impregna todo.

Que cuando alguien lo huela, recuerde que hay milagros que llegan con risas nuevas y una mirada que parece decir:
“Estoy aquí. Y no pienso pasar desapercibida.”


Cuidados del Ambientador:

  1. Colocación: Colócalo en un armario, cajón o un rincón especial de casa.
  2. Duración del aroma: Para mantener su fragancia durante más tiempo, evita colocarlo en lugares expuestos directamente al sol o al calor excesivo.
  3. Reutilización: Una vez que el aroma se haya disipado, puedes conservarlo como elemento decorativo o fundirlo en un quemador de cera y aceites esenciales para disfrutar hasta el último momento de su aroma.

PD: No nos hemos presentado, somos 2LUMIÈRE y hemos hecho que todo esto sea posible.